Uno de los grandes enigmas
universales, iniciado nada más y nada menos que por Platón. En sus escritos
hace mención a esta gran isla tragada hoy por el mar. Según decía, ésta tendría
una longitud de unos 1.100 kilómetros de longitud, se situaría al oeste de
Iberia (única referencia aportada por Platón). Albergó unos 35 millones de habitantes en
total, la mayoría en su capital, al sur de la isla, en la ciudad conocida como “Poseidonia”
en honor al dios griego del mar. Mucho se ha hablado sobre “La Atlántida”,
sobre su existencia y posible ubicación, pero tan poco se sabe que la mayoría
de los escritos son habladurías y suposiciones.
La teoría que cobra mayor relevancia
es la posibilidad de que se tratase de una utopía fantaseada por Platón, sin
embargo muchos relacionan la isla con el nuevo mundo: América, con leyendas
venidas del más allá; otros comentan que pudo ser un enorme iceberg que llegó a
latitudes muy bajas con vegetación en su superficie. Además hay quienes
sostienen que Platón se refería a las islas Madeiras o las islas Canarias. Hay
científicos que basan sus respuestas en la teoría del movimiento de los
continentes, siendo así un resquicio lento del Pangea, e incluso se sostiene
que la hipotética isla fue el lugar de origen de la raza aria o la cuna de la civilización
tartessa.
Se dice fue engullida por el mar
tras un impresionante cataclismo compuesto de seísmos, gigantes maremotos,
enormes olas (tsunamis) y erupciones volcánicas. Si así fuera y ésta isla hubo
existido, hoy en día en algún lugar del fondo del mar existirían los restos de
una hermosa y rica ciudad llena de tesoros donde el oro y la plata relucen por
encima de los corales y las perlas, en cuya acrópolis se alza el templo de Poseidón,
desde donde vigila codicioso la isla de la que en su día consiguió apoderarse.